sábado, 10 de agosto de 2013

PRÓLOGO DEL PORTAFOLIO


Abrí con desánimo no ha mucho, una carpeta que contenía impresiones y papeles garabateados, escritos por una servidora. Supe al separar las gomas del dossier que pronto esa desazón daría paso a la vergüenza cuando leyera textos antiguos, corregidos sin éxito y descartados con resignación.
Sin saber muy bien cómo, sólo unos minutos después, me encontraba mirando con cariño ciertos fragmentos, y sentí una suerte de orgullo paternal que no llegué a entender, hasta que mirando las fechas de los documentos noté que los más antiguos eran de una calidad lamentable. Pero… ¿por qué me hacía sonreír verme reflejada en letras incoherentes? Había conseguido lo que siempre he querido hacer con la escritura: evolucionar. Había pasado de nivel.
No hablo necesariamente de un nivel alto, o de un nivel en particular. Hablo de la tranquilidad que da tener la certeza de que fluyes, de que la oratoria es una parte activa de tu vida, de que aprendes de lo que lees y de que consigues no estancarte con el paso del tiempo. La tranquilidad de seguir un camino, en cuyo posible final se distingue lejano el arte de la escritura. Esos textos de calidad cuestionable son una evidencia física de mi inconformismo, de que voy a mejor. Y me siento bien.
Es una lástima que las aptitudes para la escritura no sean mesurables, pero de hecho en ningún arte lo son. El consuelo que resta es que no solo me falta un largo camino por recorrer, sino que tras ese camino habrá otro más largo. Y viajar siempre es excitante. Y más lo es ver lo que has recorrido ya.
Por eso, hacer la criba de los fragmentos que no se incluirían en este portafolio ha sido una pequeña victoria. Algunas letras, muy a mi pesar, se han quedado al margen. Pero otras han sido descartadas con orgullo, porque ya no reflejan la escritura que practico.
Los textos relatados a continuación, serán sustituidos por otros mejores en un futuro que –espero- no sea muy lejano. Y algún día, releeré este compendio, y sentiré otra vez un cariño nostálgico.
Qué bonito es pasar el tiempo escribiendo.

1 comentario:

  1. Espero poder leer pronto ese portafolios. En estos casos, creo que la única palabra que no sobra es: Ánimo!

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